Los cambios geopoliticos que se producen a partir del siglo XV debilitan el equilibrio de poder en el que se encuentran las monarquias europeas.
Estas circunstancias obligan a apuntalar la supremacia politica de los principes en todos los frentes, entre los que juegan un papel imprescindible la reafirmacion de su poder en el plano moral y la consideracion de las aspiraciones de la nobleza.
A lo largo del siglo XV tiene lugar en Europa, y particularmente en Castilla, dada su posicion preeminente, un interesante juego de retroalimentacion entre los discursos letrados, proclamas nobiliarias y manifestaciones culturales, en los que el recurso a la doctrina de Aristoteles gana peso progresivamente.
En estas paginas se ofrece un analisis filologico, moral y politico de este esfuerzo intelectual por fundamentar, en el legado aristotelico, la superioridad moral del principe, poniendo el foco en el contexto politico y cultural de determinados lectores, interpretes y difusores del ideario del Filosofo.
Las formas medievales de la Etica y su dialogo con las del humanismo renacentista explican como el Filosofo se trasplanta en un terreno castellano, respondiendo a la demanda de unos intereses culturales e ideologicos de un reino que se embarca rumbo a la modernidad.